"Empezamos a amar no cuando encontramos una persona perfecta, sino cuando aprendemos a ver perfectamente una persona imperfecta."
ERICH FROMM, EL ARTE DE AMAR, SUDAMERICANA, 1998
ERICH FROMM, EL ARTE DE AMAR, SUDAMERICANA, 1998
Artemisa se había enamorado de Orión, lo cual despertó celos en Apolo, hermano gemelo de Artemisa. Un día Apolo, viendo a Orión a lo lejos, hizo una apuesta a su hermana desafiándola a que no podía asestarle una flecha a un animal (o a un punto brillante lejos en el océano, en otra versión) que se movía a lo lejos dentro de un bosque (o en lo lejano del mar). Artemisa lanzó su flecha y dio, como siempre, en el blanco. Cuando fue a ver su presa, se dio cuenta que había aniquilado a su amado Orión. Fueron tan grandes su tristeza, sus quejas y sus lamentos que decidió colocar a Orión en el cielo para su consuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario