Más allá, oscilando está,
Buscando el alma, sin escapatoria
Se encontró solo, sin sentido,
Creyendo que otro robó el alma suya.
Culpable él de su cobarde destino,
Robó su alma cuando por matar el
Sueño de unos pocos, su inescente
Sueño lo llevó a recostarse sobre la soledad.
Impune soberbia fue la que lo mató y refugió
Sobre el odio, tan gusano, tan sucio es que no le queda
Más que recostarse sobre su miserable vida
Y recordar horas y horas que es una
Mierda bastante grande para que alguien lo ame.
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