SIN TÍTULO

Quizás al encontrarme sola descubra a aquel fantasma asesino que reposa detrás de mi guarida.
Dichoso él,vidente,ganador, completa su anuario, el tercero desde entonces, poseído de la intolerancia es posible otorgarle una mínima notoriedad. Abierto por el domador insomne se recuesta en la montaña.
Lloroso,presionado, desdichado, así es el clásico maestro matanza. Esperando la llamada,aflorando su aliento asesino, una liendre de su destino.
Quizás al encontrarme sola pueda reposar sobre la ventana, esperando la esencia del poseído, acortándole su intolerante espera y mostrándole que esta vez, si gané mi número de loteria.