jueves, 31 de julio de 2008

SIN TÍTULO

Sólo se oyen voces,cada uno con su historia. No somos únicos y nos disgusta ser una sombre en la oscuridad más ocura.
Sólo disfrutan cuando pasan a ser únicos, notoriamente delimitan la pasión de ser, malgastando un tiempo muy imprescindible en la vida, es el ser feliz, el de hablar, el de soñar, sin pensar cuán tontos somos o cuán grandes vamos a ser. No calcular tiempos ni sentidos. Todo cambia.
Muchas veces somos las estrellas, pero de apoco se va agotando,queriendo tirarnos y nuestra lucha hipócrita nos denigra como si sólo fuésemos un pobre que necesita.
Invirtiendo una vez más la historia, todos somos egoístas con nosotros, desde que pensamos en el qué dirán hasta que no formamos parte de lago muy distinto a lo nuestro.
Sólo se sienten pasos, algunos no dejan huellas, siempre pasan desapercibidos y otros pretenden dejar huellas. Siempre se advierten temiendo la impresión de ser ideales y únicos pero, entre esos hay una gran igualdad: ninguno llega a donde sus pretensiones ansian, solamente piensan eternamente, malgastando injustamente su mañana.
Sólo son diminutos y llegan a ser muy grandes aquellos que tienen alas transparentes y vuelan sin límites.
Sólo es así, ya no hay paz en donde hay un poco de interés.Sólo no se puede sobrellevar algo sin ser parte de la luz que nos ignora y a su vez nos glorifica.

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