SIN TÍTULO

Confusa inquietud que agrava el recuerdo, preso de frágiles e interesantes reclamos pertenecientes a una gloria de tragedia cómicamente consultada sobre las alegrías que evacuan el dolor perpetuo a causa de una secreta preocupación, de una extrema insatisfacción, que realizan la protección sobre aquellos inciertos pasillos que con frecuencia traspasan demasiados misterios que inician las circunstancias que gravemente atropellan el reconocimiento de aquellas amargas experiencias que marcan la única respuesta descubierta sobre la ventana, que llama a la gran multitud incierta que se despoja ante la miseria ajena. Indudablemente resguardamos misterios , sin saber que la dominación que representan la histérica cualidad de buscar, encontrar y poseer el miedo de rescatar lo único que vive en la tormenta, que precisamente es concluir con lo que se atiende dentro de una mezquindad desaforada y un enfermo amor que escandaliza los sentimientos.Rasgando de a poco aquello que no se busca, que no se quiere; que es perder por completo, llegar al finalización de un lugar sin haber encontrado la idoneidad que le haya sugerido saber el interés.
Escandalizado apasionamiento que revela secretos que no limitan problemas, que solidifican un futuro con un pasado absolutamente estimulante como para apoyarse en un presente que sinceramente se niega por miedo de jugarse por algo que no realza en lo más mínimos respuestas.Necesidad de partir con una persona y luego refugiarse solamente en la imaginación de encabezar.
La pequeña estrella que gira tan cerca de los esfuerzos que engañan una vez a aquel ágil y despierto tiempo que roba la libertad absoluta del Hombre, cometiendo débilmente la aspiración de ser ahorrativos de tiempo para dificultar aquello que en los últimos tiempos han recrudecido, ser extranjero del sonido, que ha revelado por siglos la mágica nostalgia del silencio.Abolido muchas veces por un grito que ha hecho que reaccionen aquellos que pretenden atropellar los sueños más necesarios del mundo.